La Semana Santa ha resultado un bálsamo necesario para equilibrar el ánimo de los políticos de cara al nuevo curso. De momento, ayer nos informaba La Vanguardia de que el presidente del Gobierno ha encargado a José Antonio Alonso (titular en funciones del Ministerio de Defensa) negociar con el Partido Popular la ruptura del bloqueo de las instituciones de Justicia. Una excelente noticia y una sorpresa que no lo es tanto. La buena noticia, desde luego, es que se pone fin a la incomunicación que hacía posible el colapso de las instituciones más importantes de este país en el ámbito de la Justicia: el Consejo General del Poder Justicia y el Tribunal Constitucional.

La sorpresa previsible es que el titular de Justicia en funciones, Mariano Fernández Bermejo, ha quedado marginado de una negociación que competía directamente a su ministerio. El ministro, que además no ha obtenido un estreno brillante en su condición de cabeza de lista paracaidista en la circunscripción que le fue asignada, está pagando el precio de haber jugado un papel de hooligan en el territorio de la Justicia, que es donde más sutileza se supone que debe desarrollar un político. Quemado por sus broncas con el PP, en las que se estrenó en el banco azul en su primera comparecencia, Fernández Bermejo debe estar expectante por conocer si esta desautorización del presidente es universal y aplicable a cualquier ministerio o si por el contrario tiene destinado algún puesto en donde su ardor pueda ser útil en estos tiempos de templanza.

Si se confirma el acuerdo sobre las instituciones de Justicia será una excelente noticia porque supondrá que se pueden acordar políticas que esencialmente necesitan el consenso como es el caso de la lucha antiterrorista y de la política exterior. En espera de que el presidente, de regreso de sus vacaciones de Pascua, emita señales fidedignas de su política de pactos para asegurar la investidura, sólo nos quedará conocer la respuesta del PP --sobre todo el grado en el que se producirá su rechazo a las propuestas del presidente-- para tener una idea clara de lo que nos espera esta legislatura.