WLwa cumbre ibérica de Evora se ha saldado con la renovación del compromiso, si bien sólo por parte del Gobierno español, de cumplir con el plan trazado sobre el AVE Madrid-Lisboa en la reunión de Figueira da Foz del 2003, es decir, terminar esta obra en el 2010. La reunión entre Sócrates y Rodríguez Zapatero ha servido también para hacer oficial la posición de Portugal de retrasar el tramo portugués hasta el 2013, fecha ya manejada por el Gobierno luso y hecha pública por alguno de sus ministros en semanas anteriores. No ha causado, por tanto, sorpresa que nuestros vecinos hayan reconocido su imposibilidad para mantener el pacto del 2003 sobre las cuatro conexiones de Alta Velocidad con España previstas entonces. En este contexto, y cuando España manejaba la posibilidad de acompasar las obras entre Madrid y Badajoz con las de Badajoz-Lisboa, es un alivio que Zapatero haya vuelto a comprometerse con los planes más favorables para Extremadura. Es de esperar que ese compromiso tenga su traducción en los Presupuestos del Estado, en los que aparecen las actuaciones sobre Alta Velocidad por la región sin concretar el calendario o, como en el tramo Cáceres-Navalmoral, con el 2011 como fecha de terminación.