El teórico final que el Gobierno dio el viernes al ruinoso carajal digital que el primer Ejecutivo de Aznar abrió en 1996 para cercenar el imperio mediático de Polanco (El País, SER, Canal+ y Canal Satélite) creando otro imperio mediático --hoy rendido-- desde Telefónica, sangra las filas periodísticas aznaristas. Quedó claro ayer en Casa Herrero (COPE), que ha acogido a Isabel San Sebastián, defenestrada de A-3 TV por no depurar a su tertuliano Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, en el que aquélla escribe.

Herrero denunció que la política mediática del Gobierno pueda ser una losa electoral para el PP. Federico Jiménez Losantos la describió: "Respeto para el poder de Polanco y sumisión de los demás; es una política suicida, que machaca a los medios del ámbito natural del PP". San Sebastián lo ratificó: "Me han laminado por mi independencia profesional; sólo quieren mercenarios para repetir lo que les manden". Losantos reveló: "Aznar nos pidió personalmente (a los que le ayudaron a combatir a González) que hiciéramos la guerra para equilibrar el poder del imperio de Polanco, que nos ayudaría... Algunos quisieron ser el Polanco de la derecha, y otros, Cebrián; todos quemados; nos engañamos..." San Sebastián lloró como periodista. Losantos pidió autocrítica colectiva. Herrero se ufanó de haber alertado ya en 1996 de que "Pedro J. es tan bobo que no se da cuenta de que nunca le darán nada". La catarsis fue apoteósica. Y Losantos lamentó que la tropa periodística aznarista se "apuñale" y que las "barbaridades" del PP solivianten a la vez a El Mundo, Abc y la COPE. La guerra.