XExl otoño ganadero, aparte de lluvias tardías que en poco paliaron la escasez de recursos de nuestra dehesa, nos trajo la lengua azul, enfermedad infecciosa, que no contagiosa, que afecta a los rumiantes. Es preciso hacer especial hincapié, pues va a ser fundamental para luchar contra esta enfermedad, en señalar que no se transmite vía directa de animal a animal, sino indirecta y sólo por mosquitos del género Culicoides.

No es la primera vez que nuestro ganadería sufre una convulsión semejante ante la entrada de una patología que afecta a nuestros animales, pues aún está reciente la peste porcina africana, finalmente erradicada de nuestra región cuando todos los sectores aprendimos a remar en la misma dirección.

El principal factor a considerar en la lucha contra cualquier enfermedad que afecte a nuestra cabaña ganadera es la de disponer de unos técnicos de valía, que en definitiva son los responsables de coordinar y ejecutar los programas a desarrollar, y éstos a buen seguro que los tenemos y nosotros como Colegio Oficial de Veterinarios damos buena fe de ello.

El segundo factor a considerar es que el ganadero confíe en los veterinarios, tanto clínicos como de la Administración, que le van a aconsejar siempre en el buen camino, ofreciendo los mecanismos más adecuados para proteger a sus animales.

El tercer factor a considerar es el de la Administración, que debe dejar vía libre de actuación a nuestros profesionales considerando siempre las limitaciones que existan.

Como colectivo podemos asegurar que nuestro único fin es proporcionar a nuestra ganadería el status económico y sanitario más elevado, garantizando el consumo de alimentos sanos y saludables. Creemos que nadie entiende mejor que nosotros el famoso eslogan De la dehesa a la mesa , pues nuestra labor se extiende desde que el animal nace hasta que llega a las manos del consumidor. En cada punto de esa cadena es fundamental la figura del veterinario.

Las condiciones climáticas existentes actualmente en Extremadura y que esperemos continúen en los próximos meses son favorables para disminuir la actividad del sector, único responsable de la difusión de la lengua azul. Esto nos va a permitir aplicar mecanismos de protección vacunal con la seguridad que nos da el saber que en este espacio de tiempo no van a surgir nuevos brotes de enfermedad.

La experiencia de otros países en la eliminación de la lengua azul nos sirve para su control. En España ya han existido brotes esporádicos de la enfermedad que felizmente se eliminaron gracias a los compañeros veterinarios de otras comunidades y al esfuerzo sincero que aportaron los ganaderos afectados.

Sólo queda considerar el arduo y difícil trabajo que nos espera en la lucha, control y erradicación de esta enfermedad, algo que seguro conseguiremos. Nuestra labor es silenciosa, pero sin duda de una gran importancia.

Deseamos la comprensión por parte de la población, la ayuda de los ganaderos y la colaboración estrecha de las administraciones.

Coordinación, cooperación y transparencia son palabras clave en la lucha contra cualquier proceso patológico.

Usaremos nuestros conocimientos para el beneficio de la sociedad, protegiendo la salud animal, aliviando el sufrimiento de los animales, conservando los recursos y contribuyendo a mejorar la salud pública y el progreso de las ciencias médicas.