Sería feliz viviendo en mi país como un ciudadano más", declaró tiempo atrás Constantino de Grecia (Atenas, 2-6-1940), que lleva 35 años en el exilio. Ahora, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha fallado que el Estado le indemnice con 12 millones de euros (2.000 millones de pesetas) por los bienes confiscados. Difícil será que regrese a Grecia como un ciudadano más, ya que ni siquiera tiene pasaporte griego.

Hijo de los reyes Pablo y Federica y hermano de la reina de España, Constantino llegó al trono el 6 de marzo de 1964. Desde el 21 de abril de 1967 hasta su defenestración el 14 de diciembre del mismo año, cohabitó con un Gobierno impuesto por unos coroneles fascistas que implantaron un régimen de terror. Cuando el rey quiso levantar al Ejército contra los golpistas, fracasó.

Esa experiencia traumática pesó mucho en el ánimo de su cuñado el 23-F de 1981. Se ha publicado que don Juan Carlos comentó: "Como en Grecia, pero yo no me dejo". En 1993, en una entrevista en la televisión griega, Constantino explicó que si no reaccionó como el rey de España fue "porque los golpistas de Atenas eran mucho más eficientes" y le aislaron. El año pasado, Constantino también se refirió al papel de Juan Carlos: "La manera en que manejó el 23-F fue excepcional, pero también tuvo muchísima suerte". La suerte de los campeones.