La independencia de Cataluña puede esperar. No otra cosa se desprende de la tercera oleada de consultas sobre este asunto del pasado domingo, pues se saldó con una participación todavía menor que en las dos jornadas anteriores. Si en la primera (14 de diciembre del 2009), acudió a votar un 27,6% y en la segunda (28 de febrero) lo hizo un 21%, anteayer la participación no llegó al 20%. Esta última consulta tenía la característica destacada de ser la más numerosa (podían votar más de 1.300.000 catalanes de 212 municipios) y estaba organizada en poblaciones mayores, entre ellas las capitales de provincia Lérida y Gerona y 13 cabezas de comarca.

El fracaso es mayor porque esta tercera jornada se celebraba tras la no sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut. Un hecho, en principio, que podría haber movilizado a los descontentos. Además, la consulta del domingo contaba con el apoyo explícito de Esquerra Republicana y con numerosos dirigentes de CiU, que hasta ahora se habían mostrado más cautos. La cercanía de las elecciones autonómicas seguro que no es ajena a esta toma de postura, con la que CiU intenta impedir que ERC capitalice las consultas.