Señor alcalde: Confío en que usted comparta el criterio de que el sonido, cuando no es deseado, puede llegar a convertirse en ruido; y cuando ese sonido es muy intenso, reiterativo o estridente, transformase en indeseable y molesto; en definitiva, en contaminante .

Pues bien; ¿podría usted argumentar a los ciudadanos de Cáceres, por qué razón tenemos que sufrir a diario el que por las principales calles de la ciudad tengamos que ser receptores de una publicidad no deseada e ineludible, por medio de muy potentes altavoces situados en vehículos, que nos saturan los oídos? ¿Le suena a usted --entre otros mensajes-- el... "se tapizan sillas, sillones, tresillos, descalzadoras, etcétera... y en su propio domicilio"? Y del resto de coches publicitarios con altavoces estruendosos, ¡qué decir? Y es que lo comentado no sucede de forma esporádica u ocasional, sino todos los días y a cualquier hora.

Pero, ¿es que acaso, en el siglo XXI, los ciudadanos no sabemos dónde encontrar al especialista o profesional que nos puede prestar el servicio que en cada caso necesitemos, o dónde está su local o establecimiento comercial, sin necesidad de tener que pagar el alto precio de que la información publicitaria se nos traslada por un medio altamente contaminante, --contaminación acústica-- y por tanto de forma molesta e indeseable?

¿No cree que la actividad, tal y como se está ejerciendo, es pura y simplemente contaminación acústica, la efectúen empresas o particulares, --no sé si con autorización expresa o tácita desde ese ayuntamiento-- pues molesta a los ciudadanos al romper su derecho a que puedan conversar normalmente por la calle, e incluso cuando están en sus propios domicilios, sin que les aturdan los oídos con mensajes publicitarios? ¿Es que no tenemos bastante con la publicidad que nos encontramos cuando conectamos en nuestras casas la televisión?... ¡Cuando menos en este caso cabe la defensa y la posibilidad de poner el mute , mientras dure la publicidad, para que nuestro cerebro no sufra!

Por favor, señor alcalde, con el mayor respeto, este ciudadano le solicita la prohibición más inmediata de las citadas actividades de publicidad, tal y como actualmente se desarrollan en Cáceres, o, en otro caso, su control más exhaustivo para evitar las molestias e inconvenientes comentados.

Atentamente le saluda.

Julián Iglesias Hernández **

Cáceres