Los jóvenes ya no sólo son gamberros, vándalos o delincuentes sin excepción, sino que ahora también, según el presidente de la asociación de vecinos de San Juan, son payasos de circo. Y es que la juventud, esa enfermedad que solo se cura con la edad, cada día presenta síntomas más graves e incorregibles a vista de nuestros adultos, entre los que legal y lamentablemente me encuentro. La noticia de la puesta en marcha en nuestra ciudad de un espacio para la creación joven, excelentemente acogida por el colectivo juvenil, no ha sido tan bien recibida por este presidente vecinal. Receloso de un patrimonio que pretende en usufructo, teme que la plaga apocalíptica del siglo XXI, conocida como juventud, arrase sus templos, cual pueblo bárbaro, sin dejar apóstol con cabeza. He de decirle que los espacios para la creación joven no son ningún circo, sino lugares de difusión, promoción y acercamiento a la cultura y sus expresiones, y no campos de batalla donde se adiestren las hordas bárbaras como parece sugerir su opinión. Le recomiendo que visite los espacios existentes en Coria, Miajadas, Montijo o Almendralejo y luego recapacite sobre su primera rabieta sobreproteccionista. JUAN C. HERRERO. Plasencia