XAxunque muchos puedan creer que la celebración el 8 de marzo del Día Internacional de las Mujeres resulta un tanto estereotipada, lo cierto es que para el mundo femenino sigue siendo una fecha de reivindicación importante. El día 8 de marzo se ha convertido, a lo largo de los años, en una referencia clave en la defensa de los derechos de las mujeres, con una doble significación: por una parte de reconocimiento de los avances que la lucha de las mujeres ha ido conquistando y por otra de marcado carácter reivindicativo, al existir todavía graves obstáculos en el camino hacia la plena igualdad.

No hay duda de que las políticas puestas en marcha a favor de la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres han servido para marcar un modelo de convivencia en el que el papel de las mujeres alcanza su verdadero sitio. Aun así son muchos los indicadores que demuestran que en España se están produciendo retrocesos o estancamientos en aspectos tales como la incorporación y estabilidad de las mujeres en el empleo, el aumento de la violencia de género (el número de mujeres asesinadas durante el 2003 ha sido de 98) o las carencias básicas en materia de servicios sociales que dificultan la compatibilidad de la vida familiar y laboral.

Desgraciadamente, la tasa de desempleo de las españolas nos sitúa cerca de siete puntos de diferencia de la media europea. El porcentaje medio de discriminación salarial entre hombres y mujeres es de un 25%, lo que contribuye al menor poder adquisitivo de estas últimas, menor contribución a la Seguridad Social y, por lo tanto, a pensiones más bajas.

Hoy, como nunca, es necesaria una ley integral contra la violencia de género, la creación de una agencia para la igualdad en el empleo, una legislación integral para garantizar el derecho a la salud sexual y reproductiva, e incluso una ley de reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General que garantice la presencia equilibrada de hombres y mujeres en las candidaturas electorales. Todas estas propuestas podrían ser realidad si así lo requiere la mayoría de la ciudadanía. Apostar por las mujeres es apostar por procesos de transformación social.

*Portavoz grupo socialista cacereño