Veinte críos de ambos sexos atacan a una mujer indefensa. La golpean, la humillan y graban su proeza con el móvil. Mientras dura la tortura, la mujer oye que lo van a colgar en internet, que son menores y que a ver si se atreve a pegarles. Estos salvajes son racionales: saben que son intocables. Su placer sádico es el principio narcisista que mantiene unido al grupo. Entre ellos y el resto de los humanos hay un abismo. Estos menores lo ignoran, pero están actuando como terroristas a quienes protege un poder legal. Saben que buena parte del conjunto llamado democrático les apadrina. Saben también que la mujer está inerme, sin posibilidad de defensa, pero que un sector respetable de la sociedad comprende a los terroristas y a los niños feroces.

El suceso pone de manifiesto el más viejo enigma de la humanidad. ¿Somos bestias salvajes que solo un proceso represivo convierte en humanos, como creía Hobbes? ¿O somos humanos justamente porque tenemos una moral instintiva, innata, natural, que nos diferencia de las bestias, como creía Kant? ¿Hay que juzgar a esos salvajes y a los terroristas como animales que han racionalizado su bestialidad, los unos con el móvil, los otros con Sabino Arana? ¿O como seres humanos que aplican la moral del narcisismo fascista, la del verdugo que se cree superior a sus víctimas?

No es un debate trivial. Algunos darwinistas, como Marc Hauser, creen en una moral "instintiva" que compartimos con algunos animales. Los relativistas multiculturales creen que la moral es una fantasía variable, producto de la utilidad social y por lo tanto sin fundamento. Otros, como Rawls, se encuentran en un punto intermedio según el cual la satisfacción "natural" de actuar rectamente tiene un fundamento social, la funcionalidad del bien común.

En todo caso, los niños salvajes y los terroristas tienen en común un rasgo que comparten con lo más inmoral del mundo político y mediático: la convicción de que no deben responder de sus actos ante la sociedad. La creencia de que solo responden ante la tribu. Y que la tribu les protege.