WEwl presidente de la Agencia Extremeña de la Vivienda, Javier Corominas , ha marcado distancias de su antecesora, Leonor Martínez Pereda , y días atrás en Cáceres, con ocasión de su visita al alcalde de la ciudad, ha dejado caer que la Agencia se propone revisar la propuesta de construir 4.000 viviendas dentro del programa especial de Mejostilla-Espadero, que hasta ahora parecía bendecido. Corominas, aunque fue prudente, no se mostró ambiguo al apuntar que dicho plan necesita de un estudio más pormenorizado porque, de no hacerlo, se podrían producir "impactos negativos" o "problemas posteriores". Es correcta la posición del presidente de la Agencia de la Vivienda, puesto que es obligación de la misma asegurarse de que cualquier actuación que se haga en su nombre y bajo su responsabilidad se lleve a cabo en las mejores condiciones posibles y con los menores impactos indeseables, pero Corominas debe ser consciente de que, con sus manifestaciones y aunque puso énfasis en que dicho proyecto no está en cuestión, ha creado una inquietud en los 4.000 solicitantes de viviendas en esa zona. Una inquietud que debería disipar cuanto antes, explicando qué es lo que está en cuestión en ese proyecto y qué no.