TEtl Papa estuvo en Valencia con dos credenciales: una como Jefe de Estado del Vaticano, ciudad sede de la Iglesia Católica; y la otra como Santo Padre de Roma, único representante de Dios en la Tierra para los católicos. Como Jefe de Estado ha sido recibido por el Gobierno siguiendo los protocolos diplomáticos establecidos y dispensándole los honores propios de su merecimiento. Sin embargo se han oído críticas hacía el presidente José Luis Rodríguez Zapatero porque éste y otros miembros del Ejecutivo no han asistido a los actos religiosos.

Han de mentalizarse esos dolidos decepcionados de que quienes deben participar de la esencia religiosa que transmite el Santo Padre son sus fieles; y han de excusar a aquel que no se sienta atraído por la doctrina católica.

Otros, sin embargo, vemos coherente y lógico que el no creyente Rodríguez Zapatero no asista a los actos litúrgicos, al igual que vemos razonable la participación del socialista católico Francisco Vázquez , embajador español ante la Santa Sede, o veríamos la del ex ministro José Bono , que se declaró también en su día ferviente católico. Cada político elige su fe y eso hay que respetarlo.

A muchos no gusta una dicotomía política-religión. En España, religión y Estado han ido de la mano muchos años y eso de que una autoridad ahora no comulgue les sabe muy mal, tan mal como que se puedan casar un hombre con un hombre, o una mujer con una mujer. Lo dijo el Papa: "El matrimonio es la unión indisoluble entre un hombre y una mujer".Y muchos aplaudieron, algunos solo lo harían para aprobar y compartir eso de que el matrimonio es la "unión entre un hombre y una mujer", porque en lo que se refiere a "unión indisoluble", cada vez sé de más casos

*Pintor