El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, debe ser uno de los más viajeros. ¡Claro que es el responsable de las infraestructuras!

Sin realizar un análisis exhaustivo, este ministro va de comunidad en comunidad prometiendo la reactivación de obras paradas o sin adjudicar, y mi escepticismo se debe a que, hace poco no había dinero para casi nada, y de la noche al día, el gobierno ha abierto el cofre del tesoro y los billetes manan a borbotones.

En Extremadura necesitamos realidades para todo porque todavía nos encontramos en el siglo XIX, pero, ya que hablamos del ferrocarril, para el tren exigimos, además de realidades, celeridad para que ese verano de 2019, nueva fecha para el tren de altas prestaciones, no sea por enésima vez un fraude para todos los ciudadanos.

Señor ministro, en usted confío porque parece que, sí, que ahora, cada vez que promete algo, se lleva a cabo.

No nos defraude que somos un pueblo resignado, pero no conformista que lleva toda la vida recibiendo las promesas vanas de los políticos.