Iñaki Gabilondo puso énfasis en la voz, al estilo proclamación de ganadores en un festival: "El pulsómetro de intención de voto decidido dice que se mantiene el empate entre PP y PSOE de hace 15 días". En cifras, un 41% para cada uno. En otros matices, los datos eran de todo tipo. La popularidad de Rodríguez Zapatero estaba en el 57% y la de Aznar bajaba algo, hasta el 40%. El Gobierno suspendía (4,6 de nota) y el PSOE aprobaba justito. Aunque el dato más destacado era otro: el 51% de los encuestados creía que las elecciones generales las ganará el PP, frente al 24% del PSOE. Pero cuando se preguntó quién se deseaba que ganara, el PSOE se aupó hasta el 42% y el PP bajó hasta el 29%.

A Miguel Angel Fernández Ordóñez lo que más le preocupó es que "a medida que Aznar y el PP lo tienen más complicado, aumentan la dosis de bronca y crispación". Asintió Xavier Tusell: "Aznar era un activo del PP y se está convirtiendo en un problema"; y explicó la diferencia entre lo que los españoles creen y lo que desean en que "ven que al PP le sobran cosas y que al PSOE le faltan". Hubo acuerdo en que después de 15 días de hablar de ley y orden, el PP no mejora en las encuestas. Mal síntoma. Aunque Juan Antonio Ortega Díaz Ambrona estuvo optimista: "Lo importante es que la intención de voto sigue en empate. Atlético, 1; Real Madrid, 1". Le recordaron que el resultado del derby de hace una semana fue: 2 a 2. Pero el exministro insistió en verlo todo medio lleno: "La intención del voto sigue clavada". Aunque ésa es la novedad respecto de hace unos meses.