THtace unos meses escribí un artículo para compartir con los extremeños y extremeñas, cuáles eran las circunstancias a las que nos íbamos a enfrentar en esta época de crisis económica y para subrayar la importancia que para el Ejecutivo regional tenía y sigue teniendo la creación de empleo. Es tan evidente como natural que la ciudadanía se encuentre preocupada e insatisfecha dentro de un incómodo estado de incertidumbre que a nadie satisface, empezando por las y los responsables políticos que somos quienes tenemos el deber de dar solución a una situación de profunda crisis económica que, precisamente por ser tan adversa, no va a restar ni un solo esfuerzo por nuestra parte para que intentemos paliarla en el menor plazo posible y con los recursos que tenemos a nuestro alcance. Para ello, ya se han tomado las medidas de urgencia que entendemos más adecuadas y efectivas además de seguir estudiando otras que pudieran dar solución a la situación de aquellas personas que más ayuda necesitan. En definitiva, estamos contrarrestando esta complicada situación de crisis de mercado mundial, pensando en la ciudadanía y en el futuro de nuestra comunidad autónoma, alentando medidas que favorezcan la confianza de los inversores y del empresariado en un constante y fluido diálogo con todos los agentes sociales de la región.

Por su parte la oposición, aun a sabiendas de que esto es así, sigue dejándose llevar, una vez más, por una inercia política que en nada contribuye a solucionar un clima económico tan adverso, manteniendo una postura tan hostil como contraproducente para con los intereses de nuestra región. Prueba de ello, es que no han desaprovechado la oportunidad para atacar tanto políticamente --y esto es lícito-- como personalmente --y esto ya no lo es-- la gestión que se está haciendo desde el Gobierno central, y desde el autonómico, para solucionar un problema que, como ya hemos explicado hasta la saciedad, tiene sus orígenes en la quiebra de un sistema de mercado mundial que exige más colaboración y menos oportunismo político.

Por último, atendiendo a esa inquietud de la ciudadanía a la que me refería antes, créanme si les digo que la solución al problema que estamos viviendo no pasa ni por ataques personales, ni por ataques a las numerosas medidas puestas en marcha. La solución, pasa por el diálogo y la comunicación constructiva que genere más confianza en la ciudadanía y en el actual y futuro mercado de trabajo. Las declaraciones típicas de la oposición, aun estando en su libre y absoluto derecho de hacerlas, no son beneficiosas para nada ni para nadie, sólo para alimentar entre los ciudadanos extremeños y extremeñas un desánimo ya de por sí avivado por las adversas circunstancias económicas que nos está tocando vivir. Todos somos esclavos de nuestros actos y palabras, es verdad, por eso nunca deberíamos olvidar que la historia, como las crisis económicas, también son cíclicas y pasan; ésta también pasará, no les quepa la menor duda.