TLteo que los cristianos deploran la reforma del aborto de Gallardón . Como soy cristiana y la celebro sin contemplaciones, intuyo que el titular es erróneo o incompleto. Luego compruebo que se refiere solo a aquellos que no siguen al ultraconservador Rouco Varela . Al no contarse este entre mis personajes admirados me pregunto a qué colectivo católico y abortista se refiere la información o qué clase de cristiana soy yo. El colectivo es variopinto: teólogos progresistas y cristianos de base, Asociación de Católicas por el Derecho a Decidir, corriente Somos Iglesia, Asociación para el Diálogo Interreligioso, movimiento Proconcil y asociación de Teólogos Juan XXIII, grupos todos respetables y entre los cuales no me encuentro. Por fin me ubico. Algunos cristianos atacan dicha reforma. Y no se andan con paños calientes. Gallardón es un integrista católico y su Dios un sádico, inmisericorde e inhumano por pretender dejar nacer a personas que tendrán graves malformaciones. Es más misericordioso cepillárselas antes de que dichas personas asomen la cabecita. Aclárenmelo. ¿Reconocen que son personas y los cristianos les niegan el derecho a la vida? Me estoy desubicando.

Sin sombra de sarcasmo solo pretendo expresar también sin paños calientes mi sentir. No encuentro peor motivo para defender el aborto que este de las malformaciones. Le veo una intención eugenésica que impide nacer a un individuo por ser un enfermo. Demasiado próximo a la lejana Esparta donde los recién nacidos débiles o deformes eran ejecutados. O al germánico proceder de favorecer el aborto a sectores de la sociedad "indeseables" o "inferiores". Ni soy integrista ni progresista. Solo una persona a veces horrorizada porque tanto cristiano cuyo mandato es el amor se rasgue las vestiduras ante una ley que pretende defender a los más débiles. Niños enfermos sin derecho a vivir. Seres independientes de sus madres, dentro de sus cuerpos, pero que no son su cuerpo. Nadie dijo que el cristianismo fuera fácil. Es en verdad un camino heroico. Y este un artículo impopular. No lo siento.