La exministra de Asuntos Sociales Cristina Alberdi Alonso (Los Rosales, Sevilla, 22-2-1946) considera un grave error que Rodríguez Zapatero no haya "parado los pies" a Pasqual Maragall en el tema del modelo de Estado. Y nada menos que pide un congreso extraordinario del PSOE para dilucidarlo. Además, discrepa frontalmente de la dirección de su partido por "no hacer un frente común con el PP ante el plan de Ibarretxe". Y no sólo eso: la señora diputada ya hace días que viene insistiendo en que lo de Eduardo Tamayo y Teresa Sáez en la Asamblea de Madrid no es una trama corrupta tejida por el aznarismo madrileño, sino el fruto de una mala política socialista. No es extraño que Alberdi esté cada vez más mimada por periodistas como Anson, siempre atento a detectar los puntos débiles de sus enemigos. Desde que vio frustrada su candidatura para presidir la Comunidad de Madrid en 1999, Alberdi ha perdido musculatura militante. Claro que tampoco tenía mucha: al PSOE se afilió en 1995, cuando ya llevaba dos años de ministra independiente de Felipe González.

Lo suyo, sin duda, es el feminismo. Tiene muy claro que la mujer está a años luz de la igualdad de derechos. En un reciente congreso de abogados, llegó a proponer que no repartir las tareas domésticas fuera causa de separación de la pareja. Los letrados machistas tiemblan aún.