AEncarnación Valenzuela la echaron ayer delante de los toros en el debate de Radio Nacional de España (RNE). Se atrevió Encarnación a calificar de "salvajada" el encierro de Sanfermín, impresionada todavía por las brutales cornadas que acababan de recibir varios mozos.

Fernando Jáuregui se encargó de recibir el tema, templarlo, y llevarlo a los terrenos de sombra: "¿Merece la pena esta barbaridad de los encierros?" Valenzuela entró al trapo con decisión: "Debiera prohibirse la retransmisión de estos encierros al resto de España, porque es hacer publicidad de una salvajada que puede acabar con muertos". ¡La que se armó! El propio conductor del debate, Antonio Jiménez, siempre prudente, embistió el primero y se fue por derecho hacia la tertuliana: "¿Cómo puedes cuestionar una tradición como ésta? Con los miles de personas que corren, es poquito lo que pasa y, además, a nadie se obliga a salir". Jiménez cosechó ovaciones. Pero lo peor para Encarnación estaba por llegar. Casi al final del programa dejaron los micrófonos abiertos para los oyentes, y Valenzuela se quedó sola en la arena del debate, porque hasta Jáuregui optó por situarse tras la barrera. Llamaron desde Pamplona y la pusieron a caldo. Conectaron con Villacarrillo y Arturo dijo que el encierro es "un riesgo medido donde hay una descarga necesaria de adrenalina. ¿Qué emoción tendría la vida sin estos riesgos?".

Hasta desde Marruecos llamaron para empitonar a Valenzuela. Sola y dolida, Encarnación aguantó las embestidas y se refugió en el burladero en medio de una salva de pitos.