XCxreo que hay una cuestión fundamental cuando se habla de las ayudas institucionales al deporte, que está claro que es algo que hay que fomentar. Sin embargo, los que los practican tendrían que pagar por ello, bajo mi punto de vista, igual que se hace con las clases particulares. Y es que las personas que se dedican a ello (monitores, entrenadores, licenciados en Educación Física) deberían cobrar más, o al menos cobrar en muchos casos. El nivel se incrementaría al existir más profesionales, pero no es posible, porque prácticamente todo el presupuesto de clubs como el nuestro se lo llevan los gastos principales: viajes, fichas... Aspectos de los que no puedes prescindir.

Quizás en Extremadura estemos demasiado acostumbrados a abusar de la buena fe de los cuatro tontos que nos dedicamos en esto. Yo le echo muchas horas y gano un dinero, pero no seguramente el que debería, como ocurre en otras comunidades, donde hay gente que realmente puede vivir de esto.

Sobre el apoyo de las instituciones se puede discutir mucho. De todos modos, ha subido bastante en los últimos años. Se va evolucionando, aunque despacio. ¿Que nos podían dar más? Pues también, pero yo comprendo que el deporte no es la única necesidad social que existe y que hay muchos aspectos en los que hay que emplear esos recursos. Cada uno en su ámbito solicita más dinero, como es lógico.

Otros lugares de España como Cataluña son otro mundo en este sentido respecto a Extremadura.

Los propios clubs son los que gestionan a menudo las instalaciones deportivas públicas, lo que les lleva incluso a generar dinero. Eso podría hacerse aquí, pero para eso tendríamos que estar mentalizados para que los padres de los niños pagasen más de lo que pagan para que sus hijos puedan hacer deporte.

Por ejemplo, en las Escuelas Municipales de Cáceres cuesta a cada deportista unos veinte euros al año, una cantidad con la que no se llega a nada. Me pregunto qué pasaría si tuviesen que abonar esos mismos veinte euros al mes, por ejemplo. ¿Causaría una protesta? En el fondo, lo ideal sería que un club pudiese funcionar por sí mismo, generando sus propios recursos, recibiendo una contraprestación a cambio de un servicio que presta.

Después está la cuestión de la élite. Ese tipo de deporte es muy caro y en la sociedad extremeña no hay ese dinero. Lo hemos visto en el Cáceres de baloncesto. No podemos sostener a esos equipos. La población no tiene sueldos altos y no hay grandes industrias. Es imposible llegar al número de socios que se necesita. ¿Las instituciones deben ayudar? No lo sé. Lo que está claro es que es algo difícil de sostener. Somos demasiados a pedir y lo que puede acabar pasando es que el sistema de las instituciones sea no darle a ninguno. Las puertas se pueden ir cerrando por ese lado.

En mi club, el Veracruz, trabajamos con unos 200 chavales con un presupuesto reducido, de 12.000 a 18.000 euros, aunque esta temporada hemos hecho un equipo amateur para la Primera Regional de fútbol con el objetivo de darle salida a futbolistas de las categorías inferiores. Formamos jugadores que acaban en jugadores de equipos de Tercera. Y es que un club no puede mantenerse únicamente de las ayudas de las instituciones.

*Coordinador deportivo del Veracruz Club de Fútbol