TLtos hermanos Grimm pusieron en marcha un proceso de crítica y cotilleo social que ha culminado en Aquí hay tomate y Hola . Tan pronto revelaban las intimidades de la familia de Caperucita como la de Garbancito y fueron los primeros en airear la vida amorosa de la gente, la de la Ratita sabia. Pero es que además desprestigiaban a la familia pues la conducta de los padres es poco ejemplar. Cobrando, naturalmente.

Los de Caperucita se desentendieron de la abuela y la tenían olvidada en un caseto del bosque para no pagarle una residencia de la tercera edad ni de ninguna edad. Cuando se compadecen de ella le envían una porquería de menú, un pastel y una jarrita de miel, que incluso no le apeteció al políglota lobo. Ni siquiera era un menú de turista. Cuánto mejor hubiera sido un pescado a la plancha y un bote de Meritene. Y se lo envían con una niña que además de pija era pequeña que no podría llevar mucho peso. De manera que el menú no sólo era peligroso para la salud sino escaso. ¡Qué decir de los padres de Pulgarcito! ¿Habrá padres más desnaturalizados? O los de los cabrititos, que los dejan encerrados en casa mientras se van de parranda. Las consecuencias han sido desastrosas. Quienes se durmieron escuchando tales ejemplos han llegado a la conclusión de que lo mejor que se puede hacer es destruir a la familia y han proliferado los divorcios, uniones de hecho ¡y hasta matrimonios gays! Los niños actuales son mucho más listos. En vista de lo que le sucedió a Pulgarcito han decidido no obedecer a sus padres y ya juegan a matarlos virtualmente en la Play Station. Será por lo del complejo de Edipo pero en moderno. Muy pronto lo harán realmente.

*Profesor