Es impresionante la cobertura que tiene el deporte en nuestro país. Tanto, que el Mundial de Fútbol de 2018 se considera una "cuestión de Estado". De Estado zoquete, viendo cómo Angel María Villar sigue llamando "furgol" al deporte cuya federación preside.

Es cansino observar que las secciones de deporte del telediario son acaparadas por el deporte Rey (más bien suena a dictadura), haya o no haya noticias.

En la reciente derrota en relación a la candidatura olímpica de 2016, se congregaron ni más ni menos que 400 personas de nuestra delegación en un hotel de Copenhague (espero que en habitación doble, para ahorrar costes)... entre ellas, las máximas autoridades políticas de nuestro país e incluso el jefe de la oposición, que solamente le falta oponerse a los amaneceres.

Me emociona pensar que tal empeño por una candidatura olímpica se pusiera en mejorar la educación de este país, hacer accesible la vivienda, que nuestros mayores dependientes no mueran camino de la burocracia o que el I+D sea más importante que el CR9.

Tarjeta roja y a la ducha... fría, por favor.

Ignacio Caballero Botica **

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