TRteconozco que estoy un poco harto. Harto de que se desprestigie --o mejor, se intente desprestigiar-- todo lo que relacione a la cultura con los comportamientos humanos y el deporte, como si al que le apasione éste, escriba de él o lea información deportiva ocupe un estrato menor en una sociedad en la que algunos se creen poseedores de la verdad absoluta y se sitúan varios cuerpos por encima del resto. Y los ejemplos existen.

La pasada semana, en este mismo diario, un colaborador habitual de las páginas de opinión ponía la guinda, no sé si a propósito o arrastrado por el mal cartel que se le quiere poner a las páginas deportivas. Razonando --muy bien, por cierto-- sobre la idiosincrasia de lo español y del español, venía a decir Florián Recio que en todos los bares españoles siempre hay alguien que, a las siete de la mañana, te echa el humo del tabaco. Pero añadía la coletilla típica que, a uno, le molesta particularmente: "que lee las páginas deportivas de un periódico". Con todo el respeto hacia el columnista, me parece que el tópico que usa no es el más apropiado. Claro que, como el suyo, hay muchos casos. ¿Por qué el que lee las páginas de deportes es poco menos que un apestado?, me da la impresión que se quiere decir.

Albert Camus fue un gran amante del deporte, como también lo es Javier Marías . Ellos, intelectuales de pro, se han lucido hablando de fútbol. Se ha lucido José Luis Garci y se luce, cada vez que escribe, Jorge Valdano , quien sin duda es mucho mejor escritor que gestor deportivo. Pero ni siquiera hay que recurrir a los galácticos de la literatura para comprobar la tan reivindicativa como modesta tesis que expongo. En las redacciones de los periódicos, y también en los especializados --aunque uno no sea precisamente un devoto de ellos-- hay gente que escribe de deportes magistralmente. Y también hay lectores ilustrados. Como también hay escritores, aun con fama mundial, que cometen espectaculares faltas de ortografía. Ya saben aquel dicho, no menos tópico: "En todas partes cuecen habas".

*Periodista.