TLta vida es un campo de batalla sobre el que combate la razón y el juicio contra la pasión y el apetito desordenado de mandar, subyogar e imponer, dejando huellas de sangre en niños y mayores.

Cambiar las rivalidades, pasiones, venganzas y discordias en armonía es más difícil que cambiar las cenizas de las rosas en bellos jardines de esperanzas. No podemos cerrar los ojos ante esta dolorosa plaga, que llena de miedo y temor a nuestra sociedad: el fenómeno del terrorismo.

La acción inhumana e injustificable del terrorismo difunde en su entorno una verdadera cultura de la muerte . No importa la muerte injusta y violenta de personas inocentes. La vida humana queda así degradada a un mero objeto, cuyo valor se calcula en relación con otros bienes supuestamente superiores.

El terrorismo es el rostro cruel de la cultura de la muerte . Desprecia la vida humana y rompe el respeto sagrado a la persona por pretender el poder a cualquier precio, llevando ruina, traumas psíquicos, desolación y lágrimas. Coloniza las conciencias instalándose en ellas como si se tratara de un modo normal y humano, siendo en realidad ríos de víboras ponzoñosas y ensangrentadas.

*Licenciado en Filosofía