Desde el año 2004 vienen sucediéndose planes para la ubicación del nuevo hospital de Don Benito-Villanueva, dado que el actual ya cuenta con más de cuarenta años y se ha quedado pequeño y obsoleto.

El debate está abierto permanentemente porque cada gobierno que alcanza el poder en Extremadura propone ubicaciones geográficas distintas, aunque desconozco si alguna vez incluyeron dicho proyecto en los presupuestos, dado que nada se ha construido.

En cualquier caso, lo que sí parece que el emplazamiento de un equipamiento hospitalario, por su especial funcionalidad y papel social, debe tener una justificación técnica. No es casualidad que fuese el geógrafo francés, Jean Labasse , el primer académico que abordara el enfoque territorial en su obra 2La ciudad y el hospital , toda una referencia internacional por su enfoque territorial (integrando los aspectos). Por consiguiente, pretendo sucintamente analizar las dos propuestas existentes, aún sin concretar:

1ª PROPUESTA: Localizar el hospital más al norte al lado de la Autovía de Miajadas, lo cual le permite una supuesta mayor accesibilidad a los pacientes. No obstante, este bienintencionado proyecto en la situación actual del área de influencia de salud no tiene sentido alguno, pues los usuarios de dicho centro hospitalario proceden en un 80% desde el Sureste (Quintana de la Serena, Zalamea, Castuera, Campanario...) llegando solo el 20% por el Este (Orellana, Navalvillar de Pela, etc.).

Esta elección, conlleva la expropiación y pago de los terrenos adquiridos a particulares, insistirán en que se les pague el suelo como "urbanizable" y no como rústico.

2ª PROPUESTA: Localizar el nuevo hospital, próximo al existente un poco más al Sur con accesibilidad garantizada en menor tiempo para ese 80% de demandantes, no residentes en las ciudades de Don Benito o Villanueva. Accesibilidad que en el futuro aún sería mayor cuando se inicie la construcción de la Autovía del Levante, por la Serena (ya aprobada pero no presupuestada, por el Ministerio de Fomento).

Esta segunda opción además es más barata que la anterior, ya que los terrenos son cedidos gratuitamente por el Ayuntamiento de Don Benito, por lo que la Junta se ahorraría los costes de adquisición.

De acuerdo con lo expuesto, cabe señalar que apostar por la primera opción, construyendo el nuevo hospital en los aledaños de la autovía, es razonable y se justifica solo bajo la premisa, urgente y necesaria, de reordenar y ampliar el Area de Salud del Hospital de Don Benito-Villanueva hacia el norte, incluyendo a las Zonas Sanitarias de Miajadas, Zorita y Logrosán, mucho más próximas al nuevo hospital que al de su capital provincial. Es inadmisible que en pleno siglo XXI un paciente de Miajadas o Zorita tenga que trasladarse hasta Cáceres, cuando tiene el de Don Benito-Villanueva a 10 o 30 minutos, respectivamente conectado por autovía, con los trastornos que ello también genera a los familiares de los enfermos en largos periodos de ingreso.