Suele decir Julián Santamaría , una primera autoridad en la materia, que hoy tiene más coste oponerse a un debate televisado que aceptarlo y perderlo. La verdad es que nos falta experiencia para verificarlo, pues los últimos debates entre presidenciables se produjeron en 1993. Entonces los reclamó Aznar , que acabó perdiendo aquellas elecciones, y los aceptó Felipe González , que resultó ganador.

En 1996, con Aznar sobradísimo en todas las encuestas, los reclamó González y Aznar se negó en redondo. Ganó el PP aquellas elecciones, pero la diferencia fue muchísimo más pequeña de lo que vaticinaban todos los sondeos ¿Pudo haber influido entonces la regla de que no aceptar el debate sale más caro que perderlo? Es el dilema del PP, cuando las negociaciones PSOE-PP (Blanco-García Escudero ) para celebrar los dos debates acordados están bloqueadas por falta de acuerdo sobre las cadenas donde han de llevarse a cabo.

El PP quiere que sea en T-5 y A-3, con evidente discriminación del resto de las privadas, mientras que el PSOE quiere escenario neutral con señal abierta para todas las televisiones.

El PP no está dispuesto a ver en TVE un escenario neutral, como tampoco lo vió en 1993 y por eso los debates se celebraron entonces en las privadas. Cierto, aunque entonces sólo había dos privadas. Ahora hay muchas más. Además, la TVE de 1993 era, efectivamente, de signo gubernamental, por una cuestión de estructura, mientras que la TVE de 2008 se ha quitado ese sambenito , al menos estructuralmente, porque ahora tiene un presidente nombrado y controlado por el Parlamento, no por el Gobierno, y se debe a un mandato-marco para nueve años aprobado por el Parlamento. Ahí se establece la hoja de ruta de la nueva Corporación pública RTVE, que solo está pendiente de que se fijen los mecanismos de financiación para tres años.

Los debates son asunto de interés general. Lo lógico es celebrarlos en la televisión de todos con señal abierta para todos. Pero ahí topamos con el fondo de la cuestión: el PP se niega por no dar por sentado que TVE es un escenario neutral. Si lo hiciera, debería renunciar a uno de los argumentos recurrentes de su discurso electoral: que TVE está en manos de Zapatero . Y Rajoy no parece dispuesto.