WEwspaña se convirtió ayer en uno de los pocos países que ponen la figura legal del matrimonio al alcance de todas las parejas que deseen optar a ella, a sus deberes y derechos. Este paso, dado antes por Bélgica, Holanda y Canadá, lo efectuarán mas adelante otros países democráticos. Pero tiene valor histórico que, por una vez, la vieja España no vaya a remolque tardío de los demás en una conquista social.

Compartimos la idea de que a partir de hoy nuestro país es un poco más decente. Porque todas las cortapisas a la libertad individual en aquello que no afecta a la libertad de los demás son indecentes. El matrimonio de las parejas homosexuales no recorta ni un milímetro los derechos de quienes no tienen esa opción personal. Toda la parafernalia desplegada contra este reconocimiento legal responde, en el fondo, a una falta de respeto hacia los valores civiles.

En su investidura, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero , prometió dar respaldo legal a la profunda transformación que inició la sociedad española al acceder a la libertad después de Franco . Había sido votado mayoritariamente para eso y, al cumplir su palabra, las leyes se están poniendo a la altura de la realidad. Es una buena ayuda en la difícil y compleja aventura de vivir.