Resulta sorprendente que en una democracia y en un Estado de Derecho se quiera condenar y apartar de la carrera judicial a un juez por intentar investigar los crímenes de una dictadura (la franquista). Es decir, un juez quiere investigar unos crímenes y a la postre el juzgado resulta ser él por investigarlos. Alucinante. Y lo más sorprendente es que haya jueces que hagan el juego a asociaciones fascistas que son las que han acusado al juez. Y resulta sorprendente que el primer partido de la oposición, el PP, apoye y justifique esta acusación (¿será porque Garzón fue el que destapó la red de corrupción más grande de la democracia, que es el caso Gürtel del PP?). En España no se habrá completado la verdadera transición democrática hasta que todos los partidos políticos (con mención especial el PP) condenen la dictadura franquista, sus crímenes y no la justifiquen. Al igual que es delito la apología al terrorismo debería ser delito (como en los demás países democráticos) la apología y la justificación de las dictaduras. Aquí en España hay un partido, el PP, que constantemente justifica la dictadura franquista y no la condena, hay jueces que lo apoyan, hay asociaciones fascistas, hay medios de comunicación apoyando y justificando la dictadura, hay actos en la calle a favor de la dictadura franquista, y aquí en España no pasa nada. Se ha aprobado la Ley de Memoria Histórica para que entre otras cosas los descendientes de los asesinados por la dictadura franquista puedan desenterrarlos de las fosas comunes y darles una sepultura digna y el primer partido opositor y otras asociaciones y medios de comunicación afines están totalmente en contra. También se niegan a retirar de las poblaciones los signos que hacen referencia a la dictadura. Alucinante todo esto en una democracia. Nos queda todavía mucho camino por andar.

Ricardo Sánchez Galindo **

Cáceres