XExl Gobierno ha decidido subir los impuestos especiales para financiar el déficit sanitario generado por los gobiernos autonómicos. De nuevo, Papá Estado cubrirá los excesos de gasto de las autonomías, lo que es incompatible con el principio de corresponsabilidad fiscal e inadecuado para recortar la inflación. El vicepresidente Pedro Solbes ha adoptado una medida que estimula la irresponsabilidad financiera de las comunidades y que provocará un incremento del nivel general de precios que contribuirá a erosionar la ya dañada competitividad de la economía nacional. El sistema de financiación autonómica aprobado en 2002 proporciona a las regiones los recursos necesarios para atender a sus gastos.

El modelo de financiación de la sanidad funciona de la siguiente manera. Las comunidades están obligadas a dotar sus sistemas de salud, como mínimo, con la cantidad de fondos que recibieron del Estado cuando se les transfirió la competencia en esa materia. En los años siguientes, se añade a esa suma una cuantía igual al incremento registrado por los ingresos tributarios. Si éstos crecen por debajo del PIB nominal, la Administración central se obliga a aumentar los fondos recibidos por las regiones en la misma proporción que lo hace ese indicador. De esta manera, se garantiza la existencia de una dotación de mínimos sanitarios comunes en todo el territorio nacional.

En este contexto, el déficit sanitario es el resultado de que las autonomías quieren gastar en sanidad por encima de sus recursos. Quieren jugar con pólvora del rey como lo han hecho durante años. Aspiran a tener una oferta sanitaria cada vez mejor, lo que es loable, pero siempre y cuando la paguen otros. Es un disparate. Si el Gobierno cede en el caso de la sanidad, los incentivos de las autonomías para gastar sin freno en otros campos son muy altos y la posibilidad de un déficit crónico es enorme. Vamos hacia ese modelo de Estado en el cual las regiones entrarán en una competencia desaforada por gastar más de lo que pueden porque saben que, al final, el Estado irá en su socorro. El Gobierno no tenía por qué elevar la imposición especial para cerrar el déficit sanitario de las autonomías. Por un lado, éstas tienen los mecanismos para hacerlo ya que poseen capacidad normativa sobre un buen número de impuestos. Por otro, el alza de esas figuras tributarias tendrá un impacto negativo sobre la inflación, que es uno de los principales problemas macroeconómicos del país. Sólo la debilidad política y parlamentaria del Gabinete socialista justifica una medida de esa naturaleza. Ahora bien, el coste será muy alto. La financiación autonómica ha entrado en una dinámica de irresponsabilidad inquietante.

Pedro Solbes ha adoptado una medida de gobierno que estimula la irresponsabilidad financiera de las comunidades autónomas y que provocará un incremento del nivel general de precios, que contribuirá a erosionar laya dañada competitividad de la economía