Era muy guapa, la más guapa de su calle. Luego, poco después de casarse, se estropeó. Llegaron los hijos, tres criaturas que requerían mucha atención, mucho tiempo; y con ello comenzó a desatenderse a sí misma, a vivir sin recapacitar que ser ama de casa no debía reducirse a lavar, planchar, coser, cocinar, hacer la compra, la limpieza de la casa y otras tareas del hogar. Era consciente de que su marido y sus tres hijos dependían en exceso de ella. Su marido no sabía hacer nada en casa, aparte de que bastante tenía él con su trabajo, al que echaba muchas horas para ganar un modesto salario, y no era plan eso de que se pusiera a barrer y fregar; sus hijos --dos niños y una niña-- ya tendrían tiempo de ayudarla cuando fueran más mayores.

A los ocho años de casarse se llevó a su madre a su casa. No era una mujer muy mayor, todavía no había cumplido los setenta años, pero debido a una enfermedad progresiva quedó postrada en una silla de ruedas, no podía vivir sola, necesitaba ayuda de otra persona para realizar sus tareas más elementales. Y mientras ella estuviera en el mundo, su madre no viviría el resto de su vida en una residencia de ancianos. Así pues, pasó a depender de ella.

Su madre, aunque siempre estuvo enferma, murió a los noventa años. Para entonces ella empezó a hacerse cargo de su nieto Luisito , un niño precioso que había nacido con síndrome de Down, al que su hija, que tenía un trabajo que la absorbía mucho tiempo, dejaba con ella muchas horas al día. A los setenta años ella comenzó a tener ligeras pérdidas de memoria y extrañas alucinaciones. Le diagnosticaron la enfermedad de Alzheimer. Desde entonces ha pasado a depender de su marido, quien intenta cuidarla esmeradamente, aunque el hombre no está demasiado preparado para afrontar algunas dificultades que se le presentan y a veces necesita el apoyo de otras personas. Sus hijos le ayudan lo que pueden, todos trabajan y tienen sus familias que atender, no disponen del tiempo que quisieran. Pero él sabe que con la nueva Ley de Dependencia podrá tener la asistencia especializada requerida. Piensa que esa ley paliará la dificultosa situación de muchas personas.