Si alguien sintiera pérdida de interés por la vida, sensación de que el cuerpo le pesa como la tierra, estar sin iniciativa, sudoración profusa, no pegar el ojo en toda una noche (o permanecer todo el día dormido), ideas obsesivas, incluso pensar en quitarse la vida, que sepa que lo que tiene es una depresión. Tiene que saberse que se cura con tratamiento médico; que nadie se vuelve loco por una depresión, que no pasa nada, que se pasa. Es cierto que se sufre lo indecible, se prefiere estar muerto, pero sólo se sale de ella con medicamentos, sometiéndose a lo que diga el médico y no haciendo caso de los enteradillos , que siempre te dirán que te estás drogando con la medicina. El secreto para curarse es obedecer al médico, llenarse de paciencia y luego adiestrarse en solucionar problemas. ANTONIO FLORIANO Cáceres