WEw l Juzgado de lo Social de Plasencia ha ordenado al Servicio Madrileño de Salud que evalúe si existen razones estrictamente médicas para no admitir en las listas de receptores de un riñón al niño Fabio Asensio, natural de Ahigal y que, además de una severa insuficiencia renal que le obliga a dializarse, padece una discapacidad. La sanidad madrileña, que es la que corresponde atender a Fabio por ser de referencia nacional en trasplantes renales infantiles, se apoyaba en esa discapacidad para rechazar que fuera candidato a un riñón donado y, por tanto, se negaba a incluirlo en la lista de posibles receptores afirmando que el trasplante no mejoraría su calidad de vida. Como si estar sujeto a una máquina de diálisis fuera un panorama vital de calidad.

El juez Herrada, autor de la sentencia, cree que las razones que han dado los especialistas para negarle a Fabio el derecho a optar a un riñón no son estrictamente médicas y que, por tanto, podrían suponer una discriminación que vulneraría su derecho a la igualdad.

Este periódico se ha hecho eco del problema del niño de Ahigal con anterioridad a la sentencia y también de las posiciones encontradas de los especialistas en torno a este caso. España es, por otro lado, un ejemplo en el mundo por su sistema de donaciones y trasplantes de órganos. Es, por tanto, un asunto sobre el que hay que pronunciarse con cautela. Por eso precisamente es por lo que la sentencia resulta ejemplar: porque el juez exige a los especialistas que sean extremadamente rigurosos en sus planteamientos y no se salgan un punto de su estricto ámbito médico. Para hablar de condiciones sociales hay otros especialistas.