Las más de 3.000 parejas de hecho que como tales figuran inscritas en Extremadura van a contar con los mismos beneficios fiscales que los matrimonios convencionales. Esta es la idea que persigue el proyecto de ley presentando por el Ejecutivo autónomo, que ahora inicia su tramitación parlamentaria.

Es esta futura ley de Parejas de Hecho una prueba de la madurez del pueblo extremeño, que ha de asumir como normal que dos personas decidan vivir juntas sin necesidad de casarse civil o religiosamente. Esta práctica, común en los países desarrollados, comienza a ser algo inalienable a la condición de pareja, que por distintos motivos opta por la vía de la simple convivencia en lugar de hacerlo a través del juzgado. Por ello, es lógico pensar que dos personas que viven bajo el mismo techo y mantienen relaciones de pareja tributen a Hacienda de forma conjunta y, paralelamente, se beneficien de sus exenciones; que paguen una pensión al cónyuge en caso de que decidan deshacer el matrimonio ; o que hereden lo que en vida ha sido una inversión conjunta de ambos miembros de la pareja.

La condición humana debe estar por encima de cualquier prejuicio y la libertad de unirse en pareja debe primar sobre los convencionalismos si queremos demostrar que Extremadura es tolerante.