Poco a poco, la incertidumbre que se destapó en el 2002 de la posibilidad de que Badajoz abanderara la capitalidad cultural del 2016 se ha desvanecido parece que definitivamente. El por qué es que nuestro alcalde Celdrán, en su empeño de no dar ni un solo paso para su posible estudio y que nuestra ciudad saliera, definitivamente, del pozo de ser una más de la larga lista de ciudades de tipo medio que hay en nuestro país y la oportunidad de dar a conocer su atractivo turístico y potencial cultural, que tanto años ha sido obstruido y maltratado por propios y extraños. La pregunta que nos hacemos muchos es: ¿Los políticos de nuestra ciudad serán capaces de asumir algún día un reto de estas características y no caer en el conformismo? VICENTE MUÑOZ VENDRELL. Sollana (Valencia)