WTwribuna Barcelona, foro de opinión vinculado a EL PERIODICO DE CATALUÑA con más de 10 años de discreta, pero eficaz, contribución al diálogo, ha organizado un ciclo de conferencias sobre Euskadi y el proceso de paz auspiciado por el Gobierno. Fueron invitados a participar, a título personal, María San Gil, Josu Jon Imaz, Patxi López y Arnaldo Otegi. San Gil declinó cortésmente la invitación, por estar invitado Otegi. Los demás aceptaron. Y el lunes hubiese participado Otegi. Pero un auto del juez de la Audiencia Nacional Grande-Marlaska suspende la intervención de Arnaldo Otegi porque, según la Comisaría de Información, iba a ser presentado como portavoz de Batasuna. El acto no ha sido convocado por la organización terrorista, sino por la asociación Tribuna Barcelona, debidamente legalizada, y Otegi fue invitado en calidad de dirigente de la izquierda aberzale, a título personal. Sobre esta base, la decisión del juez Marlaska resulta desmesurada porque prescinde de una valoración prudencial de las circunstancias, que es lo que dota a toda resolución judicial de su valor ejemplar. En los días que corren, cuando --al intentar hacer justicia-- se aplican las normas prescindiendo de "la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas", el resultado suele ser, más que una contribución a la paz jurídica, una aportación al barullo.