Periodista

Lo anunció el año pasado y ha cumplido.

Emilio Botín, presidente del SCH, ha publicado lo que cobran los consejeros del banco, desvelando que Alfredo Sáenz, su número dos, gana más que él. La medida no ha entusiasmado a los directivos, que se sienten desnudos. Pero Botín se ha aferrado a la doctrina norteamericana, y a la práctica de su banco amigo, Royal Bank of Scotland. Y ha acabado con los blindajes que protegían al consejo y a él mismo para la elección como presidente. Ahora la pelota está en el tejado del presidente del BBVA, Francisco González. A González, adalid de las medidas del Código de Gobierno, su consejo no le permitió aprobar la publicación de los sueldos y ha mantenido su blindaje en la presidencia. Lo arreglará.