Abogada

La Fundación de Víctimas del Terrorismo ha presentado una campaña de publicidad por la que quiere recordar a la opinión pública las identidades de las más de mil víctimas causadas por la barbarie terrorista. Una especie de recordatorio que, quizá, quiere ser un homenaje a aquéllos que fueron asesinados por la mafia del terrorismo. Para las familias de estas víctimas este recordatorio está tan presente que a muchas de ellas les cambió totalmente su proyecto vital. Siempre he tenido la sensación cuando he charlado con estos familiares que se cometió una grave injusticia sobre ellos, la de determinarles su propia existencia. Marcados quedan, de eso estoy segura.

Hay que recordar, hay que despabilar la memoria, hay que sentir el dolor de estas gentes para volcarnos en la mayor de las solidaridades; hay que estar con ellos, peleándonos para que todos aquellos procedimientos judiciales que aún permanecen abiertos sean cerrados y con el mayor grado de justicia. Hoy quisiera, desde esta pequeña tribuna, rendir mi más sincero homenaje a la viuda de Avelino Palma Brioa, Manuela Orantos, delegada de la Asociación Víctimas del Terrorismo de Extremadura, una mujer que lleva años a la espera de un juicio, que perdura en el tiempo, y que aún hoy desconoce todo acerca de la instrucción de la causa por el asesinato de su marido.

Por esto, además de esta especie de encuentro con la memoria trágica de estas víctimas inocentes, hoy debemos vincular nuestra mayor solidaridad hacia el ejercicio de la justicia para que, al menos, esta sociedad resarza a tantas y tantas familias, pendientes de sentar en el banquillo a demasiados desalmados.