WLwos dos principales sindicatos, UGT y CCOO, celebrarán en Extremadura la Fiesta del Trabajo, el 1º de Mayo, cada uno por su lado. La razón de este proceder no son diferencias estratégicas insalvables ni disputas por ocupar un espacio común que un sindicato amenaza a otro. Siempre ha habido discrepancias entre ambas centrales porque la coincidencia absoluta es irreal e indeseable, pero los responsables sindicales se han cuidado de que no salpicaran al 1º de Mayo. Sin embargo, ha bastado un encontronazo en el contexto concreto de las elecciones sindicales en una empresa de Zafra, que ha debido solventarse hace semanas, para que se produzca la ruptura. Bien es cierto que el hecho de que los trabajadores se manifiesten por separado en el 1º de Mayo ni va a mejorar las condiciones laborales de ninguno de ellos ni las va a perjudicar, y que, como dice el líder de UGT Miguel Bernal no hay que dramatizar, pero tampoco de banalizar. Se trata de un gesto . Pero como la vida pública se ha convertido en una sucesión de gestos que luego se elevan a categoría, el gesto de la desunión hace un flaco favor al espíritu del sindicalismo ("agrupémonos todos", recuerda La Internacional). Sólo por eso los dirigentes sindicales tendrían que esforzarse por arreglar las cosas.