Director de Veterinarios sin Fronteras

Sería revelador calcular los costes sociales y ambientales que generan muchos de los bienes que consumimos en los países ricos. Que el precio del petróleo utilizado en EEUU incluyera la contaminación de los bosques tropicales mexicanos de donde es extraído. Que los langostinos tuvieran un canon por la destrucción de los manglares ecuatorianos, que niega el futuro de las próximas generaciones. Que el coste de la energía hidroeléctrica sumara los desplazamientos de población humana, como la central de Endesa en Bio-Bio (Chile).

Este cálculo del profesor Joan Martínez Alier debería ser considerado como deuda ecológica contraída por el norte. Cubriría la injusta deuda externa que frena el desarrollo del mundo pobre.