XHxoy, un día después del congreso, las mujeres y hombres del Partido Popular de Extremadura continuarán construyendo la alternativa política y social para sacar a nuestra región de la situación de estancamiento e inmovilidad en la que se encuentra.

Hoy, sin ninguna fisura, el PP se encaminará a superar su asignatura pendiente, liderar el progreso y desarrollo de Extremadura, la salida de nuestra tierra del furgón de cola de Europa.

El IX Congreso Regional del PP de Extremadura es el punto de partida de un proyecto colectivo ilusionante e ilusionado que ha puesto sobre nuestros hombros la responsabilidad de trazar líneas de trabajo que propicien un debate enriquecedor para el PP y, sobretodo, para la sociedad extremeña. Esta tarea, que inicié con mis compañeros de partido en el anterior congreso, enlaza con una dedicación personal a la que he entregado mucho tiempo y esfuerzos, y cuya evolución, por tanto, asumo y considero como propia. Evolución que, a lo largo de estos años, nos ha servido para progresar y llevarnos a ser una referencia indispensable y necesaria en Extremadura.

Una referencia que ha tenido un eje en el que sustentarse: el Partido Popular cohesionado que fraguó en España José María Aznar, cuyos méritos y trascendencia han sido justamente reconocidos en este congreso regional, más allá de la convicción de que cada tiempo requiere una persona, unas ideas y un estilo de liderazgo.

El día después del congreso continuamos, pues, una trayectoria, la del impulso reformador que Extremadura necesita, un impulso que tiene el vigor suficiente para transformar la realidad profunda de Extremadura --de un modo quizá irreversible--. Necesitamos años de crecimiento económico ininterrumpido, años de intensas reformas y una apuesta decidida por la sociedad civil extremeña, que puede ser la más inquieta y creativa de España, si le dan motivo para ello.

Frente a estas aspiraciones legítimas, hay voces que nos piden que tiremos por la ventana nuestro proyecto, que cambiemos nuestras convicciones y nuestros principios, que cambiemos de personas, pero no lo vamos a hacer. Tenemos un proyecto muy claro en los temas fundamentales: modelo territorial, empleo, economía, progreso de Extremadura. Tenemos ganas, muchas ganas, de invertir la resignación y el pesimismo casi ancestral de esta tierra para dar paso a la confianza de los ciudadanos en sus propias capacidades. Ese es el mayor capital político que el PP de Extremadura quiere tener.

En el Partido Popular somos continuadores de la historia de este partido en España y en Extremadura, de sus aciertos y de sus errores. Pero, por encima de esa historia, somos un partido de futuro para los extremeños, donde hay espacio, de sobra, para todos y para todas las aspiraciones colectivas de este proyecto. Somos un partido para los 255.000 extremeños que nos apoyaron, y somos, también, un partido para los que no nos han apoyado nunca, para los desencantados de estar siempre en el mismo sitio mientras España avanzaba, para los defraudados de la política regional excluyente, para los que nos piden nuevas ideas, nuevos esfuerzos para resolver los desafíos de un mundo a veces desconcertante.

El día después, el PP de Extremadura aspira a ser un partido mas exigente consigo mismo, sin acomodarse a ninguna inercia extemporánea, un partido al que los extremeños señalen y distingan por su compromiso con la realidad social de esta tierra, por la labor de sus alcaldes y concejales, tan cercanos a sus problemas, y por los esfuerzos de sus militantes que, desde el día después, tenemos la obligación, el orgullo y la responsabilidad de trabajar al servicio de todas y todos los extremeños.

*Presidente del PP de Extremadura