El FMI ha dicho que, con estos niveles de paro, no hay recuperación posible para España. Mientras, el presidente del Gobierno considera que los que están formándose en verdad están trabajando para el país. Quien lo entienda, que me lo explique. El carbón agoniza, pues no puede competir: empresa que necesite subvenciones para funcionar, empresa finiquitada. Como pasa con el cine, alguna que otra televisión y ciertas oenegés. Zapatero augura que el futuro del carbón está ahí- ¿Dónde? ¿Se refiere a los mineros encerrados, sin cobrar las nóminas y sabiendo que su puesto de trabajo desaparecerá?

El poder adquisitivo de los jubilados está en caída libre, pero el presidente del Gobierno anuncia, en una cumbre sobre el paro, que la reforma de las pensiones estará lista a finales de año, basándose en datos demográficos y de envejecimiento. La esperanza de vida de los españoles es la segunda después de Japón. Zapatero considera que, aunque con sonda y gotero, mientras se pueda sostener un lápiz, se puede trabajar. España tiene un tercio de las familias en los umbrales de la pobreza, o ya hundidas en ella. El presidente del Gobierno, hace cuatro meses, reclamó un esfuerzo a trabajadores y pensionistas, y anunció una subida de impuestos de las rentas más altas para repartir mejor las cargas sociales y económicas de la crisis. De lo dicho, nada de nada. Tienen que seguir pagando los mismos, los que menos tienen y menos pueden.

¿Esa es la política social? Los del PP dicen que Zapatero ha perdido el norte; yo digo que ha perdido la brújula completa y la mochila. Sin ánimo de ofender, nadie con sentido común puede creer una sola palabra de las que dice ese señor; nadie con dos dedos de frente puede ya confiar en él.

Tomás Salinas García **

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