WLwa dimisión del presidente del Madrid, Florentino Pérez , certifica el fracaso de un proyecto en el cual la magia de las cifras enmascara un enorme desaguisado deportivo. El Madrid está a un paso de cumplir su tercera temporada sin ganar un título y carece de un proyecto de futuro en el cual los éxitos económicos estén respaldados por las victorias en el campo, mientras el Bar§a, su gran rival, se consolida con solvencia como el gran equipo favorito para ganar la Liga y la Champions.

El Madrid construyó mediante un pelotazo inmobiliario y a golpe de millones un equipo lleno de estrellas, en el que siempre pesaron tanto los goles como el márketing. Guiado por su experiencia personal en el mundo de los negocios, el presidente creyó que un club se puede gestionar como una multinacional, prestando a los resultados deportivos una atención cada vez menor. Pero la fórmula galáctica evidenció sus puntos débiles en cuanto algunos jugadores dieron las primeras muestras de veteranía, otros se entregaron a la vida social y todos optaron por una disciplina relajada. Al final, hacer del Madrid el club más rico del mundo, según el diagnóstico de Deloitte de hace una semana, no le ha servido a Florentino Pérez para salvarlo del descalabro.