Como una es profesora, tiene a su cargo una tarea apasionante, que es educar, enseñar, transmitir el entusiasmo por lo que a ella le apasiona y ayudar a echar a andar en el mundo a esos jóvenes a los que no suele servir la experiencia ajena, pero que a veces sí hacen caso de los consejos. Como la educación es no a largo sino a larguísimo plazo, una no busca resultados inmediatos, aunque a veces le compense de los chascos el brillo de unos ojos ante el Guardián entre el centeno o el interés de algunos alumnos al entrar en la Casa de muñecas y su admiración por la admirable Nora y su desprecio por el despreciable Torvaldo.

Como una es profesora, sabe desde hace tiempo que lo más tedioso de la profesión que ama es corregir exámenes, tarea que en primavera suele ir acompañada además de la inevitable alergia. Mas, aunque suele ser una obligación que harta, a menudo se ve compensada entre estornudo y estornudo con hallazgos estupendos como el de ese muchacho para el que la obra más importante de Mark Twain es Un yonqui en la corte del Rey Arturo o esa otra que escribe cómo cuenta la leyenda del Caballero de Olmedo que cada dos años vuelve convertido en zombie para llevarse a las almas de los que le habían ejecutado, o que Lope era de izquierdas y Calderón de derechas y por eso tenían tantos enfrentamientos, pero que escribieron varias canciones juntos como Lobos y guau o Perros al rescate.

Como una es profesora, pasa la vida entre jóvenes fantásticos que la hacen sentirse también joven, optimista y feliz, porque son siempre parecidos y siempre distintos y únicos. Y agradece al dios de las cosas cotidianas el haber podido ejercer una vocación que convierte cada día la rutina en novedad.

Y, como una es profesora, mantiene la esperanza en un futuro mejor que nos llegará de estos jóvenes, mucho más maduros en su adolescencia que algunos adultos tipo la inefable Carmen Tyssen , capaz de afirmar en una entrevista que "Ser rico es muy difícil". Majadería que nunca escribiría muchacho alguno. Disparates antológicos y geniales sí. Pero no esas memeces.