TEtl proyecto de nuevo Estatuto de Cataluña le está pasando factura al PSOE. En cuatro meses ha perdido cinco puntos en intención de voto. Cinco puntos que ha ganado el PP, y que colocan a este partido a sólo dos de distancia. Es, además, la primera vez que Zapatero suspende. Es mucha mella para tan poco tiempo.

Los datos son del Centro de Investigaciones Sociológicas, y apuntan en la misma dirección de un sondeo realizado días atrás por el sociólogo Julián Santamaría , ex embajador de España en Washington con el Gobierno de Felipe González . Para este experto no hay duda posible: la razón de tan espectacular mengua en las expectativas de apoyo al PSOE había que buscarla en la posición mantenida por este partido en relación con el Estatuto catalán. La implicación personal, directa y sostenida del presidente Zapatero a lo largo de los prolegómenos de la elaboración del elefantiásico proyecto de Estatuto, provoca rechazo entre un número elevado de seguidores y simpatizantes del PSOE. Por no hablar, claro está, del cariño que le tienen los afines al Partido Popular.

En este aspecto el caso del presidente Zapatero es llamativo: en dos años ha pasado de no tener apenas rechazo en el espectro de los ambientes políticos conservadores, a generar una activísima oposición. Una oposición sólo comparable a la que artilló la derecha española en la última legislatura de Felipe González. Pero Felipe llevaba ya diez años gobernando. A la vista está que son muchos los socialistas que no acaban de entender el por qué de esa implicación tan directa del presidente del Gobierno en un asunto que, sea por el proceloso registro de la nación catalana o sea por el sospechoso --por insolidario-- de la financiación, no parece causa digna de desvelo socialista. En principio, faltan dos años para la celebración de nuevas elecciones, tiempo más que suficiente para que puedan cambiar en una u otra dirección las tendencias de voto, pero lo que a estas alturas de la película resulta inocultable es que el honorable señor Maragall le ha hecho un siete descomunal al traje del Partido Socialista Obrero Español. Con compañeros como él, está claro que ese partido no necesita oposición.

*Periodista