WEwl Barómetro de Otoño de Vox Publica para EL PERIODICO sobre la opinión de los españoles recoge que crece el número de ciudadanos que dudan ante la Constitución europea. Hay un escenario cada vez más indeciso que apunta hacia una probable gran abstención. Existe una posible explicación: quienes actualmente opinan en público sobre el texto que será sometido a referendo son principalmente los que están en desacuerdo con alguno de sus aspectos. Es, por ejemplo, la postura de los catalanes quejosos por la ausencia de un reconocimiento explícito de la lengua propia.

Hasta ahora, los partidarios de esta Constitución han hecho una defensa oficialista, poco caliente y escasamente ideológica de lo que significa. Por eso se ha creado esta situación paradójica, ya que España es europeísta sin ambigüedad, y un mal resultado del referendo provocaría una contradicción pública entre lo que somos y lo que decimos que, sin duda, nos lastraría después. Ante eso, o quienes se sienten europeístas empiezan a explicar bien y a valorar lo que significa esta consulta, o pueden reabrirse aquí los viejos fantasmas sobre si somos diferentes, o a cuestionar nuestra identificación con el entorno europeo, tal como pretenden los españoles más reaccionarios.