Cuentan del cantaor Manuel Torres decía a un colega: "Amigo, tienes voz, y entiendes de estilos, pero no triunfarás porque no tienes duende". Y tenía razón Manuel Torres porque cuando algo tiene duende es mágico, con alma, y eso que no tiene explicación hace posible que un concursante de quince años, Juan Francisco Carrasco , nos emocione sin límite cantando por malagueñas o perdido en la letra de un fandango por bulerias.

Y es que el programa llamado ´Duende Joven´, que se emite en Canal Extremadura TV es un espectáculo. ¡Perdón! he dicho programa? ¡Pues no! En realidad ´Duende Joven´ es algo más, porque tiene duende y el regusto del buen vino y ese binomio no pude dejar indiferente a nadie, porque además emociona. Si alguien quiere comprobarlo, la cita con el duende es los sábados a las 22.30 horas.

A estas alturas de la película después de hacer guardias en más garitas que Cascorro , navegado por aguas calmas y procelosas son muy pocas las cosas que pueden llegar a emocionarme. Por eso mismo, ´Duende Joven´ tiene el enganche, la emoción y el arte de sus participantes, cada cual con su estilo y su duende y como premio para los ocho finalistas una ´turnée´ de gloria por diversos lugares de Extremadura. El arte convertido en copla o en flamenco.

Las galas del concurso, como todos, cuentan con un jurado, en este caso, compuesto por la cantante Pilar Boyero , el guitarrista Perico de la Paula y el pintor Jacinto Alcón y en la dirección artística Juan Bazaga , quien un día dejó la montera y el percal por los platós de TV en Canal Extremadura y estos se convirtieron, a sus pies, en albero de Maestranza. Y cuentan que un día de olés y perfume de romero se le abrió la Puerta del Príncipe a hombros de Marochandé Flamenca.

Muchos son los concursos que han emitido las televisiones buscando nuevas figuras del cante o la copla, y pocos los que dejan la huella del recuerdo. ´Duende Joven´ es de esos que si le dejan porque tiene el aire de convertir la afición en arte y compás en medio de ese ritual de luces, aromas, voces, música y colorido. El punto donde los concursantes ponen en escena lo que llevan dentro. Para quitarse el sombrero. Estaremos rezagados porque somos de otro tiempo, un tiempo que vive en el recuerdo; y en las vivencias de la senectud.