Aprovecho las últimas noticias en torno al mundo de la cocina para hablar sobre esta profesión, que elegí libremente, con ilusión. Me formé en la escuela privada (nada barata) y tengo una experiencia de más de 15 años. Todo esto, creo, me da derecho a decir algo al respecto. Hace falta muchísimo personal en el sector. Estamos en uno de los motores de la economía, así que hay cabida para estudiantes que necesitan trabajar para seguir sus estudios, personas recién llegadas que buscan una vida mejor, profesionales que se han hecho a sí mismos con mucho trabajo y horas y aquellos otros que con estudios especializados y una posterior experiencia laboral ahora también lo son. ¿Una formación para el personal llamado no cualificado? Bien. Pero ¿dónde está la formación continua de la que tanto se habla? No hay tiempo ni personal suficiente para dedicarlo a ese menester. ¿Cómo va a hacer el cocinero para trabajar e ir a un cursillo? Porque no voy a hablarles de las horas que se trabaja en la hostelería. Mientras, el personal cualificado, que lo hay, tenemos que cobrar según un convenio colectivo, con sueldos de unos 950 euros al mes. Y, muchas veces, el convenio se interpreta según conviene. Pensaba que me iba a dedicar a algo con futuro, porque es un sector que mueve mucho dinero, ¿no?, pero... A los grandes chefs les felicito, porque han trabajado mucho por la cocina española. Pero los que nos dedicamos a otro tipo de cocina, la del día a día, la de bares, colegios, hospitales, centros de convenciones, ferias, etcétera, necesitamos que se dignifique la profesión. Y eso pasa por un sueldo más digno.

S. J. **

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