Ahora no se trata de la asignatura, son las editoriales. Las críticas vertidas sobre algún contenido de alguna editorial para la asignatura Educación para la ciudadanía por algún sindicato y/o alguna organización llegan tarde y mal ya que no es ahora cuando deben quejarse, y mucho menos criticando lo que la propia LOE permite, coincida o no con ciertos idearios, ya que uno de los objetivos de la propia asignatura es el "respeto y la tolerancia para con las ideas ajenas y propias siempre que éstas se enmarquen dentro de la Constitución".

La asignatura se ha implantado en Extremadura sin control por parte de la consejería, deprisa y corriendo y sin contar con personal formado específicamente. El problema no es lo que se diga (siempre que esté dentro de la Constitución) el problema es la uniformidad de la enseñanza dentro de una misma comunidad. Un alumno de Secundaria puede escuchar que el aborto es legal (aunque dentro de los supuestos legales) y su hermano de Primaria, por ejemplo, que la vida empieza nueve meses antes del parto. Por eso mismo algunas voces se oponían no a la asignatura en sí, más bien a su regulación e implantación por lo que se pedía esperar al próximo curso, con datos de otras comunidades y después de su estudio y regulación por parte de la consejería, sindicatos y AMPAS evitando la precipitación.

Por otra parte, quien conozca nuestro sistema educativo, debería saber que es la Administración central (el ministerio) quien delimita el marco jurídico a través de una ley orgánica, la Administración autonómica desarrolla y adecua la aplicación de la misma a su realidad social con decretos, instrucciones, etcétera, (recordemos que excepto Ceuta y Melilla el resto de comunidades tienen competencias educativas), el centro escolar vuelve a amoldarlo según sus características propias (proyecto educativo de centro) y por último es el docente el que la aplica en el aula (programación de aula). Resumiendo, es el centro quien escoge la editorial.

Si alguien desautoriza una editorial elegida por un centro escolar está desautorizando al centro en sí (docentes, ciclo, comisiones, AMPAS y consejo escolar) además de intervenir en la autonomía pedagógica del mismo.

Algunos pensaron que la asignatura se convertiría en un panfleto pseudo-progre de izquierdas (lo que enfrentaba a unos y a otros) pero cuando estos últimos han comprobado que la ley permite que se puedan desarrollar los mismos objetivos alcanzando las mismas competencias básicas, han puesto el grito en el cielo.

Hay que predicar con el ejemplo, que es como mejor aprenden los alumnos .

*Responsable de Acción Sindical ycomunicación del sindicato ANPE en Cáceres