XDxurante los próximos meses, y después de un intenso debate en el que los jóvenes y los estudiantes han sido protagonistas, quedará aprobada la Ley Orgánica de Educación LOE, la normativa que permitirá la desaparición del sistema educativo de anacronismos como la obligatoriedad de la asignatura de Religión y de la Reválida, y de planteamientos elitistas y carcas como la implantación de los itinerarios, que pretendían conducirnos a un sistema clasista y segregador.

Con la nueva ley se apuesta por la flexibilidad, la diversificación curricular, que expresa de nuevo el compromiso socialista con la igualdad de oportunidades, el control de los colegios concertados, el equilibrio en la escolarización entre las dos redes y la autonomía pedagógica. La LOE es una ley progresista, que apuesta por la calidad para todos con igualdad y por la enseñanza pública. La LOE es una ley que garantiza la flexibilidad en beneficio del alumno, la atención a la diversidad, la diversificación curricular, los programas de refuerzo, la compensación de las desigualdades, la igualdad entre hombres y mujeres, la autonomía de los centros y la educación para la ciudadanía democrática, ética y cívica, que fomenta la participación y el ejercicio del pensamiento propio, libre, crítico y en valores. La defensa del medio ambiente o el rechazo a la violencia, especialmente la de género, y la resolución pacífica de los conflictos son valores que están a lo largo de todo el texto.

La LOE lleva consigo una memoria económica de 6.031 millones de euros, de los cuales un 58% aportará el Estado. El resto le corresponde a las CCAA. Para el año 2006 se prevé una inversión de 346.139 miles de euros, con los que entre otras cuestiones se va a financiar todo el segundo ciclo de Educación Infantil, que pasará a ser gratuito. La LOE garantiza que la enseñanza de las religiones no sea ni obligatoria ni evaluable, y que se ajustará a lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales de España con el Vaticano. La LOE amplía los derechos de los alumnos y su participación en el sistema educativo y garantiza el derecho a asociación y el apoyo necesario para ejercer ese derecho, además de favorecer que las decisiones colectivas que adopten los alumnos con respecto a la asistencia a clase no tendrán la consideración de faltas de conducta ni serán objeto de sanción, cuando éstas hayan sido resultado del ejercicio del derecho de reunión y sean comunicadas previamente a la dirección del centro. La LOE apuesta claramente por la educación pública y establece un sistema de control sobre los colegios concertados, sobre todo en lo que respecta al equilibrio en la admisión y las fuentes de financiación, prohibiendo que perciban cualquier tipo de ingreso adicional al establecido en el respectivo concierto.

Por parte de las fuerzas conservadoras se están haciendo afirmaciones que en nada contribuyen a alcanzar un pacto educativo, y se está utilizando la tramitación de la LOE como un oportunidad para desgastar al Gobierno y aumentar la agenda de la crispación. Con su apoyo a la manifestación convocada el pasado sábado por la CONCAPA y por los obispos el PP demuestra su irresponsabilidad y su escaso interés por lograr un acuerdo en materia educativa. Al PP no le preocupa la enseñanza ni el sistema educativo, sólo aprovecha la coyuntura para sumarse a posiciones interesadas de la privada y de la Iglesia. El PP no confía ni en el sistema educativo ni en los estudiantes, y sus propuestas son una repetición de la LOCE, donde sólo se recoge su obsesión enfermiza por el estudio de la religión católica, del orden y de los exámenes, demostrando un escaso conocimiento de los parámetros que conducen al éxito escolar: el esfuerzo, la participación, el trabajo en equipo, cooperativo, y la evaluación continua.

Esta ley no atenta contra la libertad de elección de los padres y garantiza que los centros no tendrán la última palabra sobre la admisión de alumnos en el caso de haber más demanda que plazas, circunstancia que se da normalmente en los centros concertados, los cuales han provocado un desequilibrio en la escolarización de alumnos inmigrantes y con necesidades educativas especiales.

Mostramos nuestra satisfacción por el tratamiento que recibe la enseñanza de las religiones en la escuela ya que todo el que quiera podrá estudiar Religión, pero para nadie será obligatorio. Y reivindicamos que en el futuro desarrollo reglamentario del currículo no haya ninguna alternativa a la enseñanza de las religiones, pasando esas horas a figurar fuera del horario escolar.

Para los jóvenes socialistas, con la suficiente financiación y la coordinación entre las administraciones esta ley es el principio básico para conseguir un sistema educativo público de calidad, que garantice el ascenso y la cohesión social, la igualdad de oportunidades y el aumento de la competitividad del país y el progreso social global.

*Secretario General de las Juventudes

Socialistas de Extremadura