El Tribunal Supremo ha dictado sentencia ante la objeción que, un significativo número de padres, habían presentado a la obligatoriedad de que sus hijos cursen la asignatura: Educación para la Ciudadanía. Ahora sólo cabe una postura, acatar la sentencia y en caso de no estar conformes apelar a tribunales superiores. Esta es la postura lógica y que razonablemente mantienen: Gobierno, PSOE y progresistas varios. En el problema, que han creado los políticos, del Castellano en ciertas autonomías, también el Tribunal Supremo ha dictado sentencias y éstas han sido y son incumplidas con el mayor de los descaros. En este caso ni Gobierno, ni PSOE, ni progresistas varios han mostrado el más mínimo apoyo para hacer cumplir las sentencias judiciales. La credibilidad es hija de la congruencia, en el caso del Castellano la congruencia brilla por su ausencia.

Manuel Villena Lázaro **

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