TEtxtremadura es una de las comunidades autónomas con mayor índice de fracaso escolar, de alumnos repetidores, sobre todo en 4º de la ESO, que es la primera de España, y de abandono prematuro, supera el 35%. Sin embargo presume de ser la primera en Tecnologías de la información y la comunicación (TICs). La inestabilidad de los sistemas educativos de los últimos años, la escasa inversión en Educación, el escaso reconocimiento a la labor docente y el mal ambiente en los centros educativos, llegando en algunos casos a destruir la convivencia escolar, son algunas de las causas que han provocado el fracaso escolar, y nada de eufemismos.

Para que la Educación en Extremadura comience a despegar y a salir de los últimos lugares en todas las estadísticas e informes, es necesario que los responsables de la Consejería se convenzan de que deben invertir más en profesorado. No estoy hablando de más dinero para los profesores, sino más profesores para mejorar el sistema educativo de la Región.

Los profesores, con los alumnos, son los protagonistas en los procesos de enseñanza y aprendizaje, y todo lo que no sea tender a una enseñanza más personalizada será fracasar en la conquista del objetivo por excelencia: mejorar el subsistema educativo extremeño y con él la formación y cualificación de todos los extremeños.

El modo de llegar a una enseñanza individualizada es reducir la ratio de alumnos por profesor, y eso se consigue aumentando las plantillas. Sería peligroso transmitir a la sociedad extremeña que también nuestra Educación está sufriendo recortes por culpa de la crisis económica.

En julio pasado la Consejería publicó una relación de vacantes existentes para el cuerpo de Secundaria de cara al curso 2008-09. Lo lógico sería que en septiembre ese número hubiera aumentado, máxime cuando la Administración apura tanto los plazos para ajustarse lo más posible a la realidad. La sorpresa nos la hemos llevado al comprobar que no sólo no han aumentado, sino que han recortado alarmantemente el número de julio, en concreto 234 vacantes.

Además del perjuicio que se hace a la educación extremeña con medidas de este tipo, que impedirán esa enseñanza personalizada, decepciona comprobar que mientras los equipos directivos trabajan a fondo haciendo las previsiones de plantillas para ofrecer un buen servicio a los alumnos, la Consejería recorta sin explicaciones ni justificaciones ese número.

Con las palabras y con las promesas los países y las regiones no progresan; sí con los hechos; es por ello que recomiendo a la Consejería que no permita recortes en Educación porque eso significaría recortar en el derecho fundamental que todo ciudadano tiene.

Decía Antonio Machado que en cuestión de cultura y de saber, sólo se pierde lo que se guarda; sólo se gana lo que se da. Ojalá los responsables de la Junta lleguen algún día a la misma conclusión.